Mientras unos pierden todo, otros hacen su agosto: Los sectores más beneficiados con el nuevo conflicto bélico en Medio Oriente son las petroleras y, por supuesto, las empresas de armamento. Las acciones de la empresa estadounidense Lockheed Martin, la productora de armamento más grande en el planeta, subieron 11.64 por ciento comparado con el mes anterior.
Después del estallido de la quinta guerra entre Hamás e Israel, el 7 de octubre, los precios del petróleo subieron más de un 7% hasta alcanzar los $90 por barril. Las acciones de la multinacional energética Shell la compañía de gas y petróleo más grande Europa subió un 12% comparado con el mes pasado.
En un estudio sobre el tema, el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo exhibe que Israel es el segundo país con mayor gasto en defensa per cápita, sólo detrás de Qatar, gobierno aliado de la organización islamista Hamás.
Cabe recordar que apenas el año pasado, a raíz de la invasión rusa en Ucrania, las petroleras mulitnacionales como Shell o Exxon Mobile, la empresa privada más grande del sector, tenían el mejor año de su historia al obtener en 2022 beneficios récord: Exxon tuvo unos beneficios de US$ 55.700 millones mientras que Shell cosechó US$ 39.900 millones, al menos el doble que los del año anterior en ambos casos. Para poner esas cifras en contexto, el PIB de Nicaragua es de US$ 14.000 millones y el de Honduras o El Salvador ronda los US$ 28.000 millones. En el primer semestre del 2023, los gigantes del sector reactivaron sus planes de exploración de petróleo pese a sus promesas verdes y ganaron un 58% más que antes de la guerra en la Ucrania.
“La subida del petróleo puede tener un impacto en la economía real y los márgenes de las empresas”, avisa el periodista Sergio Ávila en su artículo para el Economista. Los analistas también recuerdan la brutal caída económica de 1973 por la Guerra del Yom Kipur. Esta guerra de Egipto y Siria contra Israel causó una escasez mundial de gasolina y un desplome de la economía mundial solo comparable con la crisis económica de los años 30 del siglo pasado.
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