Una selva virgen que colinda con la Reserva de la Biosfera Ría Celestun en Kinchil, Yucatán, se encuentra gravemente amenazado y afectado por al menos cuatro inmobiliarias, quienes han devastado más de 5 mil hectáreas de selva y despojado a campesinos de sus tierras, consideradas de uso común por la comunidad, denunciaron los pobladores.
Residencial Bokobá, Residencial Itzamná, Grupo Libera y Hacienda Celstun encabezan la lista de empresas inmobiliarias señaladas por habitantes y defensores como responsables de este despojo y devastación, así lo señaló Federico May, defensor del territorio y portavoz de los campesinos afectados.
“Lo que nos desespera es ver cómo de la noche a la mañana aparecen empresas con escrituras dudosas, piden a los campesinos que desalojen, y se empiezan a lotificar tierras que siempre hemos cuidado. Eso es selva virgen, ahí todavía camina el jaguar y hay árboles de más de 15 metros de altura”, afirma, visiblemente preocupado por el avance de los proyectos.
Además pobladores y expertos señalan que esto es un ecocidio en marcha, pues aseguran que las tierras afectadas, no solo representan un importante ecosistema con cenotes, lagunas y aguadas, sino también albergan vestigios arqueológicos de gran valor, comparables —según May— con los de Dzibilchaltún.
La expansión de estos desarrollos inmobiliarios, algunos de ellos ya comercializados como lotes residenciales y adquiridos por extranjeros, ha dejado a la comunidad en una lucha desigual. Enfrentamientos verbales, intimidaciones y presiones legales son parte del día a día para los habitantes que han decidido resistir.
“Ya hay gente trabajando en los terrenos como si fueran suyos. Y cuando los verdaderos posesionarios les dicen que esas tierras no están en venta, les responden con amenazas o con documentos que nadie en la comunidad había visto antes”, denuncia May.
Las similitudes con otros casos ocurridos en Yucatán, como el del Rancho Uxmal, son claras: el uso de vacíos legales, corrupción en el registro de propiedad y una débil vigilancia ambiental permiten que estos proyectos avancen a costa de la selva y los pueblos. Se escribe en el portal de noticias en Yucatan , PorEsto!
Ante este contexto tan adverso, la comunidad ha solicitado la intervención de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS). Su demanda es clara: que las tierras en disputa sean integradas a la Reserva de la Biosfera Ría Celestún.
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