El pasado miércoles, la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el Código Civil Federal y el Código Penal Federal, que establece penas de ocho meses a cinco años de prisión para quienes perpetren violencia vicaria. Una forma de violencia “donde se utilizan en este caso hijas, hijos e hijes, para dañar a la madre”.
La aprobación de esta ley marca un hito en la lucha contra la violencia de género, la protección de las infancias, juventudes y adolescencias en México. La reforma no solo impone sanciones de prisión, sino que también contempla la pérdida de la patria potestad de menores para aquellos que utilicen a niños, adolescentes u otras personas con el fin de causar daño a una mujer.
La Red por los Derechos de la Infancia en México ha señalado que la situación de los derechos de las infancias están gravemente amenazados, ya que en 2022, 2,736 menores fueron atendidos en hospitales por violencia familiar, siendo 2,393 de las víctimas mujeres. Estas estadísticas subrayan la urgencia de medidas efectivas para frenar este tipo de violencia.
La violencia vicaria ha dejado graves daños en la vida las mujeres oaxaqueñas, muchas madres están viviendo un proceso legal, tardío y con muchos inconvenientes para obtener justicia. Ante una situación que necesita ser visibilizada y nombrada, la Red de Periodistas de Oaxaca ha decidido acompañarlas en su búsqueda de justicia contando sus historias.
En este amplio trabajo de las periodistas Rocío Flores, Citlalli López Velázquez, Diana Manzo y Nadia Altamirano, podremos conocer el proceso de justicia de Lydia, que ha vivido entre los juzgados para defenderse de su expareja, un exacademico de la UABJO, vinculado a proceso y que busca obtener la guardia y custodia para alejarla de su h.
María Fernanda, madre integrante del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, atravesó durante casi 10 años situaciones de violencia por parte de su ex pareja y durante seis, un proceso jurídico largo para estar con sus hijas, después de que este último se las llevara sin decirle nada. La historia de Oliva, una madre que solo puede ver a su hija un par de horas al día tres veces por semana bajo la vigilancia del padre de la menor.
Y la historia de Paola a quien su expareja Jorge Javier le impide ver a su hija de 16 años desde febrero del 2022, mientras vivía en pareja Paola interpuso más de una vez denuncias por violencia familiar. En Oaxaca al menos medio centenar de mujeres son violentadas por sus parejas, que con un supuesto “poder”, pagan por “la justicia” para afectar a la madre de sus hijas e hijos.
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