A finales de agosto se cumplieron 10 años desde que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sentenció a México por la tortura sexual de la que fueron víctimas Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Cantú, a manos de ejército mexicano en el 2002. En dichos fallos, el tribunal interamericano determinó que ambas mujeres habían sido objeto de violaciones graves de derechos humanos cometidas por elementos del Ejército mexicano y de autoridades estatales y federales en Guerrero, en un contexto marcado por la pobreza, la discriminación y lo que denominó “violencia institucional castrense”. A una década de estas paradigmáticas sentencias que han marcado un precedente para toda América Latina, sigue pendiente el cumplimiento de varios puntos fundamentales para el acceso a la justicia de las sobrevivientes, como las investigaciones y sanciones de todos los responsables. Si bien en junio de 2018, la Jueza Séptimo de Distrito en el Estado de Guerrero emitió una sentencia histórica en contra de dos elementos del ejército mexicano para el caso de Valentina Rosendo Cantú, −en la cual se reconoce por primera ocasión en México el concepto de tortura sexual−, este fallo ha sido apelado, por lo que la sentencia aún podría revertirse. Cabe resaltar, que en el caso de la señora Inés Fernández Ortega el proceso contra los responsables se ha visto retrasado, por lo que no existe una sentencia en su contra. De igual forma, la investigación contra los servidores públicos que les negaron la atención a Inés y Valentina en 2002 no ha registrado avances sustanciales.
Más de una década de impunidad militar en México. Ver seminario: “A diez años de las sentencia Fernández Ortega y otros y Rosendo Cantú y otras vs. México: avances y pendientes” (3 hrs. 30 min.). Contexto: Histórica sentencia contra militares: 19 años de cárcel por tortura sexual de la indígena Valentina Rosendo Cantú y Documentan 110 casos de tortura sexual en México; violencia contra mujeres sigue impune
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