En medio de la crísis por el secuestro de 16 empleados de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de Chiapas, continúan las denuncias sobre la violencia del crimen organizado en comunidades originarias de esa entidad.
Feligreses de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas en el municipio fronterizo de Chicomuselo, marcharon para pedir acciones que permitan la paz social y para denunciar que en esta región “estamos sufriendo como pueblos los asesinatos, secuestros y desapariciones, así como la constante amenaza, hostigamiento, persecución y difamación contra servidoras y servidores de nuestra comunidad parroquial”.
En un pronunciamiento, la organización Pueblo Creyente de la Parroquia San Pedro y San Pablo de Chicomuselo manifestó que estos grupos operan “con total impunidad con el objetivo de controlar el territorio, saqueo, extracción y explotación minera y cobro por derecho de piso”, violentando los derechos humanos.
Exigieron que “se cumpla el estado de derecho para la sociedad sin llegar a la militarización de nuestras comunidades”. Cabe recordar que en Chicomuselo se instaló en 20218 un cuartel militar con más de 600 elementos, y activistas de la Iglesia denunciaron que la presencia militar es para intimidar la resistencia minera que hay en las comunidades.
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