El Topil llega a su edición número cincuenta. Cumplimos esta meta con una reflexión sobre uno de los temas de la agenda global que más nos preocupa: el cambio climático. Como es habitual, en nuestro boletín de análisis, ofrecemos la Otra mirada, la de los pueblos, comunidades y colectivos que resisten. Nuestro enfoque en la presente entrega, es observar la grave crisis del clima desde la perspectiva de la Justicia Ambiental.
En una reflexión sobre esta catástrofe ambiental el Colectivo Hackeo Cultural nos ofrece una definición: “El cambio climático es la expresión de un sistema dominante que ha priorizado la riqueza a costa de la explotación de la tierra. Esta violencia colonial e instaurada en el capitalismo tiene un origen patriarcal basado en la explotación y el exterminio, que atenta directamente contra los territorios y cuerpos que reproducen la vida”.
Aldo González, presidente municipal de Guelatao y dirigente de la UNOSJO, nos comparte su palabra: “Los pequeños campesinos, indígenas, pescadores y pastores del mundo que utilizan tecnologías tradicionales y agroecológicas y que en su mayoría siembran para subsistir, siguen alimentando a la mayor parte de habitantes del planeta; estos campesinos no usan agroquímicos ni sistemas de riego sofisticados y venden sus productos en mercados locales, como dice la Vía Campesina, son los que enfrían el planeta, tratan con respeto a la madre tierra y son el referente para la sobrevivencia del planeta”.
Belén Díaz, integrante del Colectivo Espiga de Maíz, aborda la crisis desde la espiritualidad de los pueblos: “Queremos compartir nuestro sentipensar con otras y otros que luchen a favor de la vida, así como nuestras experiencias en la defensa del territorio a partir de nuestros saberes de sanación, comida, espiritualidad, tejidos, nuestra lengua, nuestros ritos en nuestra vida cotidiana. El día a día en nuestros pueblos indígenas es para nosotros el corazón fértil de la esperanza”.
EDUCA nos propone una reflexión sobre los saberes comunitarios: “La crisis global actual nos invita con urgencia a repensarnos colectivamente, a reivindicar nuestros aportes, nuestra resistencia y lucha, nuestras propuestas y apuestas sociales y políticas, traducidas todas ellas en organización comunitaria, dicha organización viene acompañada, por supuesto, de nuestros saberes comunitarios”.
En este marco festivo y con este bonito y colorido número agradecemos a las y los colaboradores de El Topil y por supuesto a nuestra comunidad lectora. ¡Gracias!
Descargar El Topil 50 La Justicia Ambiental no puede esperar
