En días recientes el director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, anunció cambios importantes en el contenido permitido en las plataformas de redes sociales de su empresa, Facebook, Instagram y Threads, eliminando el sistema de verificadores de datos independientes en favor de las “notas de la comunidad” de los usuarios voluntarios.
Zuckerberg también relajó las reglas de moderación en torno al discurso ofensivo, lo que permitirá el contenido de odio dirigido a mujeres, personas LGBTQ y otros grupos. Los cambios de Meta han sido ampliamente interpretados como un regalo para Donald Trump y otros republicanos, que han argumentado durante mucho tiempo en contra de la vigilancia del discurso de odio y la desinformación en línea.
En su comunicado Zuckerberg dijo algo así: “Trabajaremos con el presidente Trump para defender a las empresas estadounidenses de los ataques de los gobiernos en el mundo, que quieren obligarlas a censurar más. Europa aumenta sus leyes que buscan institucionalizar la censura y que frenan la innovación. Solo con el apoyo del gobierno estadounidense podemos detener esto. El gobierno anterior lo hizo todo más difícil y fomentó también la censura. Sus acciones han perjudicado a las empresas estadounidenses y envalentonado a otros gobiernos a ir incluso más lejos. Pero ahora podemos reinstaurar la libertad de expresión, y estoy emocionado por esta oportunidad”. La compañía de Zuckerberg también donó 1 millón de dólares para la toma de posesión de Trump.
Expertos en medios de comunicación como la periodista filipina Maria Ressa, cuya empresa de medios Rappler ha estado a la vanguardia de la lucha contra la desinformación y el discurso de odio en las redes sociales señaló: “A partir del año pasado, el 71% del mundo está bajo un gobierno autoritario. Estamos eligiendo líderes iliberales democráticamente, en parte porque nuestro ecosistema de información pública… está corrompiendo nuestras comunicaciones individuales entre nosotros”.
Simona Levi, planteó: “Se trata de una ofensiva ideológica que utiliza como bandera una libertad de expresión que no es tal. Ellos están defendiendo únicamente su libertad de expresión, la del más fuerte. Eliminar la verificación diciendo que se defiende la libertad de expresión es, en realidad, una falacia. En su discurso, Zuckerberg no menciona eliminar los algoritmos que priorizan contenidos, de hecho los reafirma en un momento del vídeo. Dice que la gente ahora quiere ver más política y él se la dará. Seguirá estando prohibido mostrar los pezones de las mujeres, y solo los de las mujeres, en Instagram, porque quien decide lo que es “normalidad” es el propietario de este ágora digital. De ahí la defensa de las empresas tecnológicas estadounidenses que, en realidad, en este caso es también la defensa de la supremacía de las opiniones políticas de sus propietarios”.
Zuckerberg se vuelve “MAGA completo” mientras Meta pone fin a la verificación de datos en EE. UU. y allana el camino para más discursos de odio | Democracy Now! | No, esto no es libertad de expresión | ctxt.es | Fotografía Joiyce N. Boghosian (La Casa Blanca)