“Agua descomunal/ de pronto herida/ por una breve mariposa roja:/ una roja palabra/ una sola palabra incandescente/ en la garganta sin fin/ de la montaña”. Efraín Bartolomé
Sobre la servilleta de telar se acomoda la ofrenda que cada quien comparte desde su territorio, la vida se revela en los mangos de la costa, las marañonas, las carambolas, el limón y la calabaza, el aroma del incienso y la canela regocija el ánimo, las jícaras con agua, el pan y las veladoras.
Alrededor del círculo de flores, integrantes de la REDECOM, entrelazamos las voces y nuestro agradecimiento para el Dios que es padre y madre, ofrendamos nuestro corazón y nuestra esperanza a la tierra, al río, a la lluvia y al agua en todas sus manifestaciones sagradas.
Es veintidós de marzo, día que la ONU estableció como el Día Mundial del Agua en 1993 para crear conciencia sobre la importancia del agua dulce y la necesidad de gestionar este recurso de manera sustentable. Para las comunidades y los pueblos de Oaxaca, la celebración va más allá de hacer conciencia por la importancia del agua, se celebra la relación que han establecido no solo desde la agricultura y el campo, sino por la relación espiritual que han establecido con la naturaleza.
La compañera Belén, de Santa Catarina Minas comparte que, para ella, el agua no únicamente limpia el cuerpo, también representa la sanación para el espíritu. “El agua para mí significa vida, significa amor, significa paz, el agua es sagrada”.
En las comunidades de la Costa oaxaqueña, durante muchos años se ha luchado por la defensa del Río Verde, Leonor, compañera del COPUDEVER, comparte que esta celebración al río proviene del reconocimiento y de la conciencia de saber que sus aguas dan vida a las comunidades tanto en la parte alta como en la parte baja y en la parte media, “es el río que con sus aguas moja todas las tierras de cultivo, es un río que da mucha vida, por eso es importante para nosotros, porque por el río tenemos alimento. La comunidad tiene cercanía al río, el río es un tesoro, que tenemos que cuidar, porque es el que nos alimenta, y lo queremos como algo que es propio de nosotros, si lastiman al río, si cortan su cauce es como quitarle una vena, por eso decimos que nos duele, porque lo vemos como un hermano, porque los niños juegan con él, los niños se divierten nadando en sus aguas”.
Además, Leonor comparte que la relación que existe con el agua y las mujeres es por la cercanía y la cotidianidad de sus actividades, “las mujeres antes se iban a lavar la ropa, se pesca en el río, la mujer tiene esa relación con el agua desde que nos levantamos, desde que preparamos la comida. Siempre pensamos que el agua nunca se va a acabar, pero tenemos que cuidarla porque sin agua no podemos vivir, si se acaba el agua, se acaba la vida”.
El círculo se cierra y desde ahí elevamos las voces, llamamos a nuestros compañeros que se nos han adelantado en el camino, Don Tito, Juan Bernardo, Marce, los compañeros de Paso de la Reyna que han defendido al río con su vida. Refrendamos nuestro agradecimiento y oramos porque el agua lave la tristeza por su ausencia física. El abrazo de la despedida nos conforta para las horas de camino de vuelta a nuestras comunidades. En el centro quedan las voces, la promesa, la admonición. Cuidar los ríos, es cuidar de nosotras y nosotros mismos. (Crónica de Astrid Paola Chavelas, integrante de REDECOM. Oaxaca, 22 de marzo de 2025, primavera en ciernes, jacaranda en flor)
Notas La Minuta Agenda 2025, “Los lugares sagrados alimentan la relación que las comunidades establecen con el territorio” – EDUCA | REDECOM Y EDUCA presentan Agenda 2024: “Un llamado a curarnos y sanar la tierra” – EDUCA | “La justicia ambiental no puede esperar”, EDUCA y Redecom lanzan campaña sobre cambio climático – EDUCA | Fotografía EDUCA