Acompañados por más de 400 habitantes de las 86 comunidades, cuatro de los cinco integrantes del concejo municipal de Pantelhó se reinstalaron ayer en la alcaldía, después de más de tres semanas de que abandonaron el edificio, tras replegarse por la llegada de hombres armados del grupo caciquil que gobernó este municipio tsotsil de Chiapas durante años.
Al mismo tiempo, elementos de la Guardia Nacional (GN) y del Ejército Mexicano instalaron puestos de revisión en Pantelhó y realizan patrullajes a fin de garantizar la seguridad.
En un documento conjunto firmado por todos los líderes y leído este miércoles en la plaza pública de Pantelhó, señalaron primero respetarse mutuamente todos como hermanos indígenas, sean de ese municipio o de cualquier otro de los alrededores que ahí confluyen.
Acordaron también que exista hermandad y respeto mutuo, entre pueblos indígenas y personas no mestizas, como ladinas o caxlanes, con los que coexisten a diario en ese municipio de tsotsil de los Altos de Chiapas.
Rechazaron todo acto de violencia, porque alegaron, “la violencia genera más violencia entre la población”. De igual manera sentenciaron: “No más armas de fuego entre nosotros los habitantes de Pantelhó”.
Instaron a la intervención de los gobiernos federal y estatal para evitar más muertes entre los pobladores, “porque es una guerra estéril que cada día nos sumerge en la pobreza y la marginación”.
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