El pasado 27 y 28 de agosto de 2022, comunidades indígenas de Oaxaca intercambiamos experiencias con integrantes de comunidades indígenas de Xochitlán, Zontecomátan, Tecoltémic y Tlamanca, estas comunidades están enclavadas en la Sierra Norte de Puebla. En el camino para llegar a las comunidades tuvimos la fortuna de ver diversos paisajes como: semidesértico, boscoso y tropical y apreciar los cerros, arroyos y ríos, entre otros el río Zempoala.
En el intercambio fluyeron la palabra, los saberes y conocimientos de las y los integrantes de los pueblos Náhuatl, Totonaco, Mixteco, Chatino, Afro-oaxaqueño y zapoteco, de comisariados ejidales y comunales, de agentes municipales, jueces de paz e integrantes de juntas auxiliares. El objetivo del intercambio fue dialogar e intercambiar experiencias entre pueblos y comunidades de la Sierra Norte de Puebla, Valles Centrales, Sierra Sur y Costa de Oaxaca sobre las estrategias y alternativas.
Las comunidades que compartieron sus experiencias mantienen procesos de resistencia por más de diez años, fecha en la que el extractivismo se recrudeció en el país. En todos los procesos ha habido amenazas y asesinatos contra defensoras y defensores de los territorios, sin embargo, consideran que la organización y la articulación regional son imprescindibles para luchar.
Las comunidades, organizaciones y colectivos han impulsado campañas de información en las escuelas, iglesias, barrios y plazas públicas, se han reunido con las autoridades federales para exigir la cancelación de los proyectos, han recurrido a los tribunales mediante amparos, se han movilizado masivamente para frenar la invasión de las empresas, de igual forma reivindican que su lucha es pacífica, apegada a los marcos legales y constitucionales, por lo que mantienen la fortaleza para seguir defendiendo sus bienes naturales comunes, para defenderse y procurar un mejor futuro para todas y todos en el país.
“Los triunfos han sido muchos, la palabra nos alimenta el espíritu para seguir defendiendo nuestros territorios”, enfatizaron los movimientos que participaron en el intercambio de experiencias y saberes en defensa de la vida y el territorio. Comunidades de Puebla y Oaxaca tejen esperanza, sin embargo, concluyeron que es necesario estar en “alerta” ante cualquier amenaza que puedan tener sus territorios y sus ríos.
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