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Pronunciamiento: Día Estatal del Maíz Nativo “Mujeres, Cosmovisión y Maíz”

Hoy 29 de septiembre Día Estatal del Maíz Nativo, celebramos la  lucha, resistencia y cuidado del maíz, la milpa y las prácticas agroecológicas de las mujeres y los pueblos en Oaxaca. En este año ponemos al centro a las mujeres indígenas y campesinas que en el campo y la ciudad sostienen la vida misma: mujeres creadoras, mujeres defensoras de la madre tierra, mujeres sanadoras, quienes reunidas estamos con nuestros compañeros, para hablar y accionar por las semillas de vida, siglos cultivando es nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.

La cosmovisión de los pueblos en Oaxaca está íntimamente vinculada con las semillas, en particular el maíz, no sólo como parte indispensable de la alimentación familiar y comunitaria cotidiana, también con ellas se comparte la guelaguetza o la gueza, es parte de nuestros rituales para recibir a nuestros antepasados, acompañarnos en las fiestas titulares y para agradecer a los 4 rumbos.

Las mujeres indígenas y campesinas en cada ciclo sembramos, cosechamos y cuidamos la semillas de maíz, calabaza y frijol  que forman  la milpa, sustento importante para nuestras familias y comunidades en Oaxaca. Cuidamos y defendemos nuestros maíces de colores, porque así defendemos nuestra identidad y dignidad en contextos capitalistas y neoliberales, donde a la agroindustria multinacional solo le importa acabar con la vida, para acumular y obtener dinero sobre el despojo de la tierra, el territorio y de las semillas. 

Nosotras y nosotros les recordamos que somos los pueblos del maíz, que nuestra diversidad cultural nos enraíza como las semillas hermanas del maíz, el chile y la calabaza. El abuelo teocintle nos enseñó en estos 8000 años que las mazorcas  que con mucho cuidado crecieron,  son resultado de las manos curtidas, trabajadoras y esmeradas de los pueblos; de donde también crecieron conocimientos, costumbres y prácticas agroecológicas.

Las políticas de gobierno de la Cuarta Transformación, siguen favoreciendo  a las grandes empresas, propiciando el control de las semillas y la promoción de paquetes tecnológicos, programas que no responden a la realidad de las comunidades, que imponen lógicas individualistas y de consumo, provocando una mayor dependencia alimentaria y debilitando el tejido social. A este panorama, se suma los bajos pagos por el precio del maíz: El precio del maíz ha sufrido una drástica reducción para los productores en México, quienes enfrentan pagos hasta 33 por ciento menores al vender su cosecha a intermediarios, en comparación con la tarifa fijada por Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex)[1]; Año con año nuestro gobierno importa alrededor de 27 millones de toneladas de maiz,  sabemos que todo maíz amarillo y blanco  que proviene  de Estados Unidos es transgénico, producido con productos quimicos como el glifosato entre otros,  que no solo contaminan, destruyen nuestra casa  y nuestra vida.

Se suma el impacto al medio ambiente, el cambio climático provoca variaciones en los temporales de lluvia y sequías extremas; la disminución del agua para el riego; el monocultivo de maguey que deforesta grandes extensiones de tierras y contamina las fuentes de agua con el uso inmoderado de plaguicidas. Sobre las mujeres campesinas e indígenas, se sobreponen también las desigualdades, y violencias que nos excluyen de derechos fundamentales como el de la propiedad de la tierra, el derecho de ser comuneras o ejidatarias.

Las organizaciones, colectivos y comunidades que hacemos parte del Espacio Estatal del Maíz Nativo seguiremos cuidando, protegiendo y sembrando las semillas nativas, para que sigan siendo semillas vivas.

La enorme diversidad de maíces qué existen en México, está aquí porque aquí también estamos los pueblos indigenas y campesinos, nosotros hemos sido y seguiremos siendo sus guardianes. Para que sigan existiendo y diversificando lo que se necesita es la vitalidad de nuestros pueblos para que se siembre con base en nuestras técnicas tradicionales y agroecologícas. La soberanía alimentaria se construye en el territorio, no en bancos de germoplasma ni con fertilizantes sintéticos.

Seguiremos intercambiando nuestras semillas entre las y los campesinos de diferentes regiones y multiplicando la esperanza y los conocimientos ancestrales. Fortaleceremos nuestras prácticas agroecológicas de cuidado del medio ambiente y la tierra en cada una de las parcelas y comunidades.

Reconocemos el aporte que todas las mujeres indígenas y campesinas a lo largo de la historia en las comunidades y pueblos han dado para cuidar y sostener la vida. Aprendemos de ellas y seguimos compartiendo sus saberes.

Las mujeres y los hombres en las comunidades seguiremos trabajando en el rescate de las semillas y las culturas por ser parte de la herencia viva para las nuevas generaciones de los pueblos en Oaxaca.

Nos solidarizamos y pronunciamos en contra del genocidio que hoy sigue sufriendo el pueblo Palestino, en particular por el ataque al Banco de Semillas en Cisjordania, que causo la destrucción de semillas originarias y la soberanía alimentaria de Palestina.

¡No a las semillas híbridas y transgénicas que contaminan nuestras semillas nativas!

29 de septiembre: Día Estatal del Maíz Nativo

Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo

[1] https://www.lajornadadeoriente.com.mx/puebla/intermediarios-compran-el-kilo-de-maiz-hasta-33-mas-barato-que-segalmex-cocyp-2/

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