Mentiras a la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia que lleva el caso (CoVAJ) y a los padres de los normalistas, un guion escrito internamente por el ejército donde se establece como responder ante la CoVAJ, son algunas acciones que la Sedena ha realizado para eludir de manera acordada y premeditada la entrega de información sobre el caso Ayotzinapa.
En el más reciente reportaje “Operación silencio: Así el Ejército ocultó información sobre el caso Ayotzinapa” del portal de noticias Proceso, se señala a través de diversos testimonios que están en poder de la Fiscalía General de la Republica, que la Sedena ordenó ocultar la mayoría de información relevante sobre La desaparición de los 43 de Ayotzinapa y mentir a la Comisión para la Verdad y Acceso a la justicia y a los padres y madres.
En su investigación Proceso conoció diferentes elementos probatorios que indican que en mayo de 2022 la Subjefatura de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional ordenó a todas las unidades de la Sedena enviarle la “información física” que tuvieran sobre de la desaparición de los 43 normalistas.
Dicha información que el ejercito había negado en los últimos meses a la CoVAJ, fue “concentrada” y “resguardada” en las instalaciones del Centro Militar de Comunicaciones (CMC) del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional, además que la Sedena decidió cambiar todas las terminales y equipos de computo de los analistas de inteligencia que han procesado información del caso, con el fin de evitar que integrantes de la CoVAJ encontrara esos datos en caso de que el presidente Obrador ordenara darles acceso a ellos.
En la investigación también se señala que el Centro Militar de Comunicaciones (CMC) ocultó información del caso Ayotzinapa obtenida de manera directa por ese organismo, ya que cuenta con equipos para la intercepción de llamadas de teléfonos satelitales (que usaba el grupo criminal Guerreros Unidos) esa noche de la desaparición de los normalistas, sin embargo este organismo negó tener esa información.
Otra estrategia para ocultar información incluyó la adopción de un protocolo interno que establece lo que se debe responder y como hacerlo ante la CoVAJ, es decir, a través de instrucciones internas no se ordena responder con la verdad si no con un guion preestablecido que niega mas información sobre el caso y que los militares realicen espionaje telefónico.
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