Desde hace cuatro años, los pobladores de la comunidad de El Bosque, municipio de Centla, Tabasco, piden ser reubicados. Un día el mar empezó a ganar terreno a la playa, hasta que llegó a sus casas. El culpable: el cambio climático.
Guadalupe Cobos no había escuchado sobre el cambio climático hasta el 2019, cuando la casa de su hermano y la de un vecino fueron arrasadas por las olas. Hoy, parada junto al malecón de su pueblo, mira cómo las olas lo cubren y lamenta su desdicha.
«Estas eran nuestra raíces. Estoy triste, porque siento que cada vez más nos jala la erosión marina. El cambio climático nos está arrancando nuestras raíces. La verdad, es algo muy triste ver lo que ya perdimos y sabemos que en un norte más violento podemos desaparecer de la noche a la mañana».
Hasta el pasado 6 de febrero de 2023, cuando su caso fue mencionado en la conferencia de prensa matutina del presidente López Obrador, ninguna autoridad había atinado a atender el caso. Ahora, más de 60 familias esperan con paciencia, bajo el apremiante golpeteo de las olas, una noticia de reubicación.
Frente a ella hay representantes de pueblos indígenas, académicos y observadores de derechos humanos nacionales e internacionales, que escuchan su testimonio estupefactos. Son integrantes de la caravana El Sur Resiste, que desde el 25 de abril recorre los territorios atravesados por proyectos de desarrollo económico como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico y la refinería Olmeca, informa Pie de Página.
También Greenpeace exige un proceso de reubicación «justo» de la comunidad y reitera que «pese a sus compromisos, México no cuenta con mecanismos y recursos adecuados para atender a comunidades desplazadas por la crisis climática».
Pie de Página «Mi casa se la llevó el mar»: El Bosque, un pueblo sumergido bajo las olas y Entre dudas, inicia el proceso de reubicación de El Bosque Greenpeace México Organizaciones exigen que el proceso de reubicación sea justo para la comunidad de El Bosque en Centla, Tabasco Foto Radio Pozol