La istmeña María de la Concepción Sibaja Ramírez acaba de pasar su sexto Año Nuevo separada de su familia, encarcelada por delitos que no le han probado y sin sentencia. El caso lleva años totalmente parado porque no se ha presentado el perito ni la supuesta víctima de tráfico de personas por la que se abrió la causa penal 131/2015, en manos del Juez Séptimo de Distrito en Oaxaca, y con la emergencia por la pandemia de COVID-19 se ve más lejano todavía que vaya a avanzar. Pero está en la cárcel porque firmó una confesión. Sí, la firmó porque asegura que los elementos de la entonces Procuraduría General de la República (PGR, hoy Fiscalía) que la detuvieron la torturaron física, sexual y psicológicamente durante horas, la manosearon desde que la aprehendieron y la amenazaron con hacerle daño a sus hijos. Eso último, sobre todo, la dobló a aceptar lo que fuera. Sin embargo, el abogado de oficio que ha llevado su caso le dijo que mejor no denunciara la tortura, porque la aplicación del Protocolo de Estambul para comprobarla iba a atrasar más las cosas, y aunque lo ha manifestado por escrito, el juez no lo ha tomado en cuenta para investigar y descartar dicha confesión. Su caso acaba de ser retomado para el documental “Cana”, sobre tortura a personas encarceladas, y por el Instituto de Justicia Procesal Penal (IJPP). Entre las mujeres que fueron detenidas en las mismas fechas que María está Lucía Baltazar, una estudiante, artista y activista de Guerrero, y organizaciones como Colectivo Liquidámbar piden su liberación.
Reportaje completo: María fue detenida sin pruebas, la torturaron y lleva 5 años presa sin sentencia. Ver documental “Cana” (32 min.). Más información: Pruebas sin tortura en el proceso penal. Contexto: Exigen libertad para Lucía Baltazar, artista presa en el reclusorio de Tanivet (Video). Foto: Reforma.