El peligro político electoral español se resume en tres letras: Vox, y el alcance de este nuevo partido de derecha es cada vez más amplio. Su caudillo, Santiago Abascal es la viva imagen, en gestos y discursos, del neofascismo. Ocho organizaciones pro derechos civiles denunciaron ante la Fiscalía del Estado a Abascal por incitar al odio. Además, Vox quiere prohibir los partidos políticos independentistas y los que “no renuncian al marxismo”, y otros partidos de la derecha apoyan esta propuesta. Tras las votaciones el domingo pasado, los socialdemócratas del PSOE siguen como primera fuerza política, Vox se dispara y Ciudadanos se hunde, un resultado que complica aún más la gobernabilidad. Las agrupaciones de izquierda Unidas Podemos y su escisión Más País suman en conjunto 34.177 votos más que Vox, pero gracias a la división obtienen 14 diputados menos. En sólo seis meses, Vox logro aumentar en casi cinco puntos su porcentaje (del 10,2% al 15,1%) y más que duplicar sus escaños, pasando de 24 a 52; lo que le ha convertido en la tercera fuerza política del nuevo Congreso de los Diputados. Cabe mencionar que a Vox le va mal exactamente en las tres regiones que plebiscitaron estatutos de autonomía durante la Segunda República: Galicia, País Vasco, Catalunya. En el País Vasco, Vox solamente logró 2.4 % de los votos (0 escaños).
Más información: Y Pedro Sánchez ganó las elecciones, perdiendo y España hacia el caos sin remedio (como el resto del mundo). Más información: Denuncian a Vox ante la Fiscalía por posible delito de odio en sus últimos vídeos de campaña, Un millar de académicos e investigadores lanzan un manifiesto contra “las mentiras de Vox” y leer el manifiesto: VOX y las Ciencias Sociales.
