En Francia, la guerra por el agua alcanzó otro nivel. En convergencia con la histórica movilización social contra la reforma al sistema de pensiones, el 25 de marzo de 2023 tuvo lugar una gigantesca movilización para ocupar la cantera del embalse de Sainte-Soline, en el centro-occidente de Francia.
Repartida en tres cortejos, y fortalecida por la instalación de un campamento, la llegada de tractores y de caravanas provenientes de toda Francia e incluso de Europa, una inmensa multitud de alrededor de 30 mil activistas intentó detener la construcción de un mega-embalse en Sainte-Soline, dedicado al riego agrícola de la agroindustira, esto en tiempos de sequía extrema.
Sin embargo, la marcha terminó en una batalla campal entre manifestantes y gendarmes de Francia. Los más de 3.000 policías lanzaron unas 4.000 granadas aturdidoras con gas lacrimógeno, los activistas incendiaron . Se indica que entre los más de 200 heridos, hay dos manifestantes que hasta hoy siguen en estado de coma, con heridas en la cabeza y traumatismos craneoencefálico así como un gendarme en gravísimo estado. La policía impidió el trasalado de los gravemente heridos a un hospital durante dos horas, según el periódico Libération.
Por su parte, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció este martes que ha iniciado los trámites de disolución del grupo ecologista Les Soulèvements de la terre (Los sublevados de la Tierra), al que acusa de haber provocado acciones violentas. Mientras, en solidaridad con los ecologistas heridos, se anuncian manifestaciones en 90 ciudades de Francia en estos días.
Al igual que mucho países europeos, los franceses están soportando olas de calor históricas y una sequía excepcional, consecuencia de la crísis climática. Las grandes balsas, con una capacidad total de 6 millones de metros cúbicos, deben nutrirse de agua de las capas freáticas superficiales durante el invierno para luego poderse emplear para el riego durante los meses de verano en que escasea el vital líquido. Los ecologístas aseguran que esta solución es nociva y significa ceder a los intereses de la agricultura industrial intensiva y contaminante.
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