Mientras que en Oaxaca nombran a un militar al frente de la supuesta fuerza civil llamada Guardia Nacional, el Gobierno Federal tampoco cumple con sus compromisos internacionales adquiridos cuando se dió inicio a este nuevo cuerpo de seguridad. Este miércoles el gobernador Alejandro Murat Hinojosa atestiguó la toma de posesión al cargo y protesta de bandera del comandante de la octava brigada de la Policía Militar, Rogelio García Pérez, quien encabezará las acciones de la Guardia Nacional en Oaxaca, a propuesta del secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, y con la anuencia del presidente Andrés Manuel López Obrador. Cabe mencionar que el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), ha solicitado el acompañamiento de la Guardia Nacional para las elecciones de autoridades en los municipios que se rigen por los Sistemas Normativos Internos. Éste domingo se celebraran más de 30 comicios en igual número de municipios. Al nivel nacional, el acuerdo suscrito hace seis meses con la alta comisionada de las Naciones Unidos para los Derechos Humanos para que esa instancia brindara “asistencia técnica para la formación y operación en materia de derechos humanos a la Guardia Nacional”, ha quedado en papel. Según fuentes consultadas por La Jornada, una de las razones del incumplimiento del acuerdo internacional es que la presencia de la oficina de la ONU-DH en México “no está vigente desde octubre del ano pasado”. Técnicamente “se trata de un organismo cuya estancia en el país no esta garantizado”.
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