Los habitantes de Donají, localidad de Matías Romero, en Oaxaca, se sienten engañados y molestos con las autoridades de los tres niveles de gobierno y con Pemex debido a las constantes fugas de amoniaco que los obligan a pasar noches en vela para reaccionar ante una emergencia o para dejar sus casas por miedo a una tragedia, como la ocurrida en 2013, cuando una fuga del químico mató a nueve personas y lesionó a cien más.
Los habitantes de Donají tuvieron que vivir casi todo diciembre de 2022 en un albergue, tras la enésima y prolongada fuga de amoniaco que comenzó el viernes 9 de ese mes en el ducto de Pemex que pasa por el poblado. Se dicen hartos de la indolencia de la petrolera y de las autoridades municipales, estatales y federales.
Pese a que las autoridades del estado aseguran que nunca han desprotegido a los habitantes, la realidad es que no hay equipos cercanos para responder a contingencias de tal magnitud, informa Pedro Matías en el reportaje para Proceso.
Los damnificados se vieron obligados a viajar a la Ciudad de México para informar sobre el incumplimiento de Pemex. Entre los puntos que la para estatal no cumple está la atención a la salud: nunca llegaron neumólogos y dermatólogos a revisar a los afectados de la comunidad indígena. Los médicos generales solamente les recetaron Ibuprofeno y Keterolaco para aliviar los dolores. Organizaciones sociales como la Unión de Comunidades de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni) llamaron a las autoridades federales y la administración estatal para atender con seriedad la emergencia.
Fragmento del reportaje: Oaxaca: Fugas de amoniaco, hedor a muerte e indolencia oficial. Fotos del reportaje completo aquí. Aristegui Noticias Por fuga de amoniaco en Oaxaca, afectados toman oficinas de Pemex y retienen autos Foto (Ucizoni): Población desplazada de Donají.