Desde que el gobierno federal anunció que realizaría un censo de desaparecidos, con la intención de contar con información “confiable”, surgieron diversos cuestionamientos de organizaciones, colectivos de búsqueda y familiares de desaparecidos, incluso estancias internacionales como la ONU cuestionaron al gobierno sobre su estrategia, que además incluye un cuestionario sobre “Informe de visita domiciliaria” la cual según víctimas, además de tener preguntas revictimizantes, evidencia la falta de coordinación de las autoridades en la búsqueda de sus familiares.
El nuevo censo que consiste en visitar “casa por casa” a las familias de las personas desaparecidas cuyos nombres surgen tras cruzar el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) con distintas bases de datos como registros civiles y de salud, y de programas sociales, busca desmentir que este es el sexenio con mayor número de personas desaparecidas. El temor por el empeño del gobierno en disminuir cifras alcanza no solo a los y las activistas y colectivos de personas buscadoras, si no también lo ha expresado la ex titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), Karla Quintana, que aseguro esa es “la intención” de esta administración, principalmente en los veintitrés estados gobernados por Morena, el partido en el poder.
Recientemente en un conferencia el pasado 7 de noviembre Quintana sostuvo “La búsqueda es un asunto de Estado, nadie está en contra de que haya un proceso de actualización de un registro”, aclaró. “El problema es que no se está llevando a cabo por las autoridades especializadas –comisiones de búsqueda y fiscalías–, [ni está siendo] coordinado por ellas, [y que] la intención que se tiene con este ejercicio no es actualizar un registro para tener la mejor información posible para poder encontrar a más personas. La intención, muy clara y lamentable, es reducir las cifras de personas desaparecidas, principalmente en este gobierno”.
Esto ocasionó que en la mañanera del pasado lunes, López Obrador acusó a Quintana de alterar los “padrones de desaparecidos”, pues forma parte, dijo, de una organización de “derecha” que busca afectar el gobierno que representa. Otro punto bastante cuestionado en las decisiones del gobierno sobre el tema de personas desaparecidas, fue la designación de Teresa Reyes Sahagún como nueva titular de la CNB, después de que Karla Quintana renunciara, pues muchos colectivos señalaron que carece de experiencia relacionada con el cargo, es cercana a Morena, y ha desempeñado puestos en la Secretaría de Bienestar.
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