El sector salud de Oaxaca, a fin de no incrementar el riesgo de contagio del COVID-19, ha generado un protocolo para la atención de las mujeres durante el embarazo durante la contingencia sanitaria. Sin embargo, muchas mujeres embarazadas no tienen acceso a un seguimiento puntual por parte de los médicos porque los servicios de salud en comunidades están cerradas justamente por temor al contagio de coronavirus. Así que muchas mujeres embarazadas ven las parteras tradicionales una opción en esta pandemia: Hasta hace un mes, en los pasillos del Hospital Civil de Juchitán, Yasmín paseaba esperando su turno para la cita con el ginecólogo, pero todo se suspendió por el peligro que representa un contagio de Covid-19 en una mujer embarazada. La joven madre de 29 años de edad camina unas cuantas cuadras para recibir su consulta de Juanita Zárate Solorza, la única partera de Unión Hidalgo, y donde dió luz y ahora su control maternal lo lleva también con Juanita Zárate. Y aunque sus primeros hijos los tuvo en el hospital, esta vez lo hizo con Juanita porque sintió confianza ya que le habló “suavemente y con un trato humano”. En Chiapas, el Movimiento de Parteras Nich Ixim, integrado por más de 500 mujeres indígenas, no indígenas y afromexicanas, exige a las autoridades de salud, el reconocimiento de la partería como un patrimonio inmaterial de la humanidad.
Reportaje de Diana Manzo: Volver a mirar a la partería, alternativa para embarazadas en pandemia. Más información: Mujeres embarazadas están en peligro por desatención médica en Oaxaca y Parteras exigen el reconocimiento de su labor como patrimonio. Contexto: Parteras istmeñas comparten saberes
