En los próximos días, se decidirá el destino de Pablo López Alavéz, un defensor zapoteco que luchó durante décadas para proteger el bosque de San Isidro Aloápam, en la Sierra Norte de Oaxaca. López luchó tan persistentemente que se convirtió en un problema para quienes querían lucrarse de la tala de los árboles, incluso habitantes del pueblo vecino de San Miguel Aloápam, quienes se han beneficiado de la tala del bosque con el aval del gobierno local y de las autoridades forestales y ambientales. Hace nueve López años fue arrestado bajo cargos de asesinato. Posteriormente fue juzgado y condenado a 30 años de prisión por el asesinato de dos hombres de San Miguel Aloápam durante un tiroteo en 2007. La evidencia sugiere que le tendieron una trampa. López testificó y presentó pruebas de que estaba en otro lugar el día y hora del tiroteo y se quejó de inconsistencias y contradicciones durante el enjuiciamiento y los testimonios de los testigos. También señaló que sus derechos indígenas estaban siendo violados. El Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria (WGAD) reconoció su detención como arbitraria y como una represalia por su activisimo. El WGAD recomendó su liberación inmediata así como una reparación de acuerdo con los estándares internacionales. Cabe destacar que la inminente decisión de una corte federal podría afectar también el destino de una parte del bosque que López defiende, y que hasta la fecha está siendo talado sin piedad. Algunas personas también esperan que el dictamen siente un precedente para los defensores de la tierra y el medio ambiente en México.
Leer el artículo de Front Line Defenders: El caso de Pablo López: un juicio por asesinato que podría determinar el futuro de los bosques mexicanos. Contexto: El ecologista Pablo López Alavéz, a 9 años de su detención arbitraria en Oaxaca.
