Conclusiones foro estatal Oaxaca

“por la construcción de una ley local en materia de igualdad y no discriminación”

El Foro Estatal “Por la Construcción de una Ley local en materia de igualdad y no discriminación”, realizado este jueves 8 de octubre en la ciudad de Oaxaca, congregó a organizaciones de la sociedad civil, académicos e instituciones públicas, interesadas en analizar el fenómeno de la discriminación en nuestro país y en nuestro estado, así como reflexionar en torno a las diferentes formas en que se expresa, los avances institucionales en esta materia, y la necesidad de impulsar un marco legal estatal contra la discriminación, a partir de la problemática de los diversos grupos, particularmente: discapacitados, mujeres, indígenas, afro descendientes, comunidad LGBTTTI, grupos religiosos, personas que viven con VIH/Sida, niñas y niños, jóvenes, adultos mayores y migrantes.

Para las organizaciones de la sociedad civil, movimientos campesinos, indígenas, de mujeres, así como de diversas agrupaciones ciudadanas, el tema de la no discriminación ha sido una demanda histórica, impulsada desde hace al menos cuatro décadas, demanda impulsada contra todas las formas de exclusión y discriminación por parte de las instituciones del Estado, pero también contra una cultura de discriminación arraigada fuertemente en la sociedad.
Frente a las exigencias de estos sectores profundamente discriminados y excluidos, pero también ante los avances de la legislación internacional en materia de no discriminación, en el año 2001 se logró elevar a rango constitucional la no discriminación con la reforma al artículo primero de la Constitución Política que estableció de manera explícita: “en México nadie puede sufrir ningún tipo de esclavitud ni ser discriminado”. A esta reforma le siguió en años posteriores el marco jurídico general en materia de no discriminación y la creación del CONAPRED. En menos de una década se han creado leyes en diecisiete estados del país. Cabe señalar que antes del año 2000 el gobierno federal no reconocía la existencia de la discriminación en México, el argumento era que la nación mexicana “había logrado la reconciliación en los diversos sectores de su población”, nada más ajeno a la realidad.
Con todo y la creación de leyes e instituciones y siendo la discriminación uno de los grandes temas de la agenda pública nacional, ésta ha sido poco atendida en las esferas gubernamentales pues no se considera un problema que requiera una atención especial. Los índices de exclusión, discriminación y desigualdad en México nos indican que aún existe una fuerte problemática en la cual son los mismos sectores mayoritariamente discriminados quienes siguen estando en condiciones de desventaja: mujeres, indígenas, personas con discapacidad, afro descendientes. Por tanto se afirma que la discapacidad no es un problema de minorías, pues la mayoría de la población en este país sufre algún tipo de discriminación.
En cuanto al análisis sobre la eficacia y aplicación de las leyes, se señala que las leyes no garantiza los cambios sociales. Pero las leyes si pueden ser un detonante para que se apliquen los derechos y se garanticen. El cambio cultural que se requiere debe estar reflejado en la ley antidiscriminación así como los derechos para todos y todas y no solamente para grupos o sectores discriminados.
Una cultura discriminatoria afecta a todas las personas que sufren algún tipo de discriminación. La familia reproduce los estereotipos de discriminación de la sociedad. La desigualdad está estrechamente relacionada con prácticas discriminatorias, aun dentro de los sectores más empobrecidos se reproducen situaciones de dominación.
La discriminación tiene diferentes rostros y se expresa en diversos tipos, racismo, violencia, xenofobia. La discriminación es una forma específica de desigualdad, conocida también como “desigualdad de trato”. El problema es aún muy grave. En el medio actual podemos decir que hoy día la persona mayormente discriminada podría ser una mujer indígena, que tuviera una discapacidad, fuera lesbiana o que perteneciera a un grupo religioso distinto al católico…. La discriminación es todo acto u omisión que impide el ejercicio de un derecho determinado por una condición y que parta de creencias, estereotipos, prejuicios o tabúes.
En Oaxaca existen experiencias sociales de trabajo desde grupos civiles organizados que realizan una labor en distintas regiones y con diversos grupos y sectores sociales. Esta misma experiencia les ha llevado a tener una mirada más clara sobre el problema e identificar algunos problemas centrales entre ellos: acceso a la justicia, a la tierra, a la educación, al trabajo, a la participación política, a una sexualidad plena… En este foro se escucharon experiencias de mujeres, afro descendientes, población con discapacidad, indígenas, niños y niñas, comunidad LGBTTT… Todas estas organizaciones realizan acciones como construcción de redes sociales, grupos de trabajo para elaborar diagnósticos, acciones de incidencia pública, trabajo educativo, campañas y difusión. Estas acciones van encaminadas a hacer visibles las distintas problemáticas, luchar contra las distintas expresiones de la discriminación y tener elementos sólidos que les permitan desarrollar políticas a favor de la igualdad de oportunidades y de trato de todas las personas.
Se ha hecho mención de que los marcos legales la mayor de las veces son muy ajenos a la población de a pie. La idea de una ley tiende a dividir las opiniones entre quienes están de acuerdo en impulsarlo y quiénes no. Incluso hay una tercera opinión que en lugar de seguir creando más leyes, hay que modificar las ya existentes.
A nivel de propuestas, además de aquellas que señalan la necesidad de dar continuidad con este foro, así como las reflexiones de carácter educativo y pedagógico, se planteó la necesidad de realizar y contar con diagnóstico y estudios más amplios. Consultas a la sociedad sobre las diferentes necesidades y problemas relacionados a la discriminación. Programas y políticas con un enfoque transversal de no discriminación. Reformas a las leyes existentes en materia de derechos humanos y discriminación. Acciones afirmativas en política pública que vayan orientadas a resolver problemas concretos. Actualizar el marco jurídico nacional acorde a la legislación internacional en la materia. Coordinación interinstitucional para atender la demanda. La necesidad de un presupuesto público suficiente. Impulsar observatorios ciudadanos que vigilen el cumplimiento y aplicación de la Ley. Acceder a los medios de comunicación. Mecanismos de participación ciudadana que permitan evaluar el desempeño de los funcionarios públicos. Una legislación real, efectiva y aplicable, que sancione las prácticas discriminatorias pero sobre todo que promueva un cambio cultural de fondo en que se promuevan valores de respeto, inclusión e igualdad.
En Oaxaca toca a todos y todas luchar contra la discriminación, pero sin dejar de exigir la parte que corresponde al Estado. En Oaxaca debe existir una ley que combata la discriminación, Una ley que sea exigible, que garantice los recursos y los programa y no se convierta en una simple retórica. Tenemos claro que una ley no es suficiente para el cambio pero si es una plataforma desde la cual se puede impulsar una nueva cultura plena, democrática e incluyente.