Desde el 26 de marzo de 2021, la familia de Claudia Uruchurtu vive desplazada, todo para poder sobrevivir después de la desaparición forzada de la activista, dejaron atrás su tierra natal para comenzar la búsqueda de Claudia, reporta Corriente Alterna.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca había determinado que ya no era seguro para ellos vivir en Asunción Nochixtlán, para después ser integrados al mecanismo de “protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas”.
En marzo de 2021, Claudia regresó de la Ciudad de México después de ser avisada que se habían llevado preso a un dueño de una ferretería al cobrar un adeudo a la autoridad municipal encabezada en ese tiempo por Lizbeth Victoria Huerta, quien junto con miembros del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se encargaron presuntamente de la desaparición de la activista Claudia Uruchurtu.
Con el anhelo de acabar con la corrupción pensaba que las cosas se podían hacer bien, siendo rebelde desde pequeña mantenía el sentido de la justicia protestando contra lo que no estuviera de acuerdo, con la creencia que con lo que hacía beneficiaría a la comunidad se dio a la tarea de recopilar pruebas suficientes para evidenciar el mal uso de fondos en Nochixtlán.
Sin embargo, al denunciar todos estos hechos no encontró respuestas favorables y por el contrario la privaron de su libertad y la secuestraron ignorando hasta el momento su paradero, sin tener más conocimiento de Claudia Uruchurtu.
Leer los reportajes completos de Rafael E. Lozano: Claudia Uruchurtu y la loca rebeldía y Claudia Uruchurtu: el espacio que ocupa la ausencia. Contexto: Temen sesgo político en juicio por desaparición forzada de Claudia Uruchurtu, piden intervención de la ONU