En un escenario impensable hace solo tres años, más de 15 millones de chilenos están convocados a participar este 4 de septiembre en el plebiscito para aprobar o rechazar la nueva Constitución del país. Tras décadas bajo la constitución de la dictadura de Pinochet, y el estadillo social del 2019, Chile ha escrito un nuevo documento constituyente para una República feminista, ecologista y plurinacional.
Los últimos meses han sido agotadores para los chilenos, debido al alto flujo de informaciones, en su mayoría falsa sobre esta nueva constitución, redactada por una convención elegida por voto popular. El fin de semana pasado, detractores de la propuesta de nueva Constitución atacaron a una marcha de ciclistas favorables a aprobar la carta magna.
Cecilia Vergara Mattei, periodista del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico, ve los siguientes escenarios: “Si la victoria [del Apruebo] es por un margen estrecho, el clima político será de creciente polarización. El Rechazo acrecentará la incertidumbre política e institucional”. En caso de ganar el Apruebo por un amplio margen, “se fortalecería el gobierno y la coalición promotora y dará fuerza para el inicio del programa de reformas constitucionales”.
En una carta pública impulsada por la Internacional Progresista, figuras como Noam Chomsky, Silvia Federici, Jeremy Corbyn y Rashida Tlaib expresan que la nueva Constitución chilena es “un logro histórico” y que “inspirará a los pueblos de todo el mundo”.
Llegó la hora de la verdad para la nueva Constitución chilena, por Cecilia Vergara Mattei. Carta: Apruebo Apoyo Internacional Constitución Ecológica. Página 12: Chile: subió la tensión a una semana del plebiscito sobre una nueva Constitución. TeleSUR: ¿Qué debes saber sobre el plebiscito constitucional en Chile?. France 24: Del estallido social al plebiscito: ¿cómo se gestó la nueva Constitución chilena? Descargar la propuesta: Constitución Política de la República de Chile 2022 (pdf, 18 pág.). Foto CLACSO: Chile debate su nueva Constitución. Contexto: Marchas a dos años del estallido social en Chile que sigue esperando cambios profundos
