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La Minuta

“Chernóbil químico” en Ohio pone en peligro la salud de millones de personas

Un tren de mercancías químicas operado por Norfolk Southern, una de las principales compañías ferroviarias de Estados Unidos, descarriló el pasado 3 de febrero en un área fronteriza entre Ohio y Pensilvania, provocando un dantesco desastre medioambiental que ha contaminado el aire, el subsuelo y las aguas fluviales, poniendo en peligro la vida animal y humana.

El accidente, que ha pasado casi inadvertido durante dos semanas, pone en cuestión los requerimientos de seguridad ferroviaria en el país, un asunto que los sindicatos llevan años condenando. Sin embargo, cuando convocaron una huelga general el pasado diciembre, una ley aprobada por el Congreso y ratificada por Joe Biden la impidió.

Los hechos tuvieron lugar en East Palestine, un pueblo de 4.700 residentes, que dos semanas más tarde sigue tratando de recuperarse de los daños. La catástrofe, que ha sido catalogada como “Chernóbil químico”, se produjo cuando 50 de los 150 vagones de un convoy salieron de las vías, provocando una pequeña explosión, que derivó en un enorme incendio.

Al menos 10 de los vagones quemados trasladaban sustancias altamente tóxicas, como el cloruro de vinilo, un gas que se usa para la fabricación de plástico PVC y es altamente inflamable y cancerígeno. Durante días, los vecinos pudieron observar en sus cielos una nube densa y oscura, cargada de partículas contaminantes. Según fuentes locales, el río Ohio, que abastece al 10% de la población de Estados Unidos, unas 36 millones de personas, está contaminado con cloruro de vinilo y se observó la muerte de miles de peces, aunque actualmente no hay advertencias de agua no potable. El río Ohio desemboca en el Mississippi.

El caso, que había pasado desapercibido durante la primera semana, ha empezado a generar una fuerte indignación en las redes sociales a raíz de la detención de un periodista que estaba informando sobre el descarrilamiento y sus impactos. Los datos que la Agencia de Protección Ambiental publicó el domingo muestran que el tren contenía más sustancias químicas tóxicas y cancerígenas de las que se habían informado inicialmente.

Los principales accionistas de la empresa de trenes Norfolk son Vanguard Group, JP Morgan y BlackRock, firmas financieras con capital en bancos, medios de comunicación y otras empresas, expresión del poder fáctico en Estados Unidos. Las mismas empresas también invierten en megaproyectos en México como en el Tren Maya via Pública Entertainment de Grupo Traxión, una empresa de logística con capital de Blackrock y Vanguard y proveedora del gobierno mexicano.

El Diario Fuego, peces muertos y vecinos temerosos: la catástrofe tras el descarrilamiento de un tren cargado de químicos en Ohio Democracy Now El tren de Ohio que se descarriló liberó más sustancias químicas tóxicas de las informadas inicialmente Ver La Base: Ohio: ¿OVNIs para tapar la catástrofe? Foto: Redes sociales

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