Las ciudades de La Paz, Sucre, Oruro, Cochabamba, Potosí y Tarija eran anoche escenario de disturbios, luego de que se anunció que el presidente Evo Morales ganó un cuarto mandato consecutivo en Bolivia, sin necesidad de ir a segunda vuelta, resultado que fue desconocido por su más cercano rival, Carlos Mesa, quien llamó a “una batalla en defensa del voto”. Morales obtuvo 46.86 por ciento de los votos, de acuerdo con los datos actualizados de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), que dieron a Mesa 36.73 por ciento, lo que da una diferencia de más de 10 por ciento entre ambos candidatos, con un escrutinio de 95.22 por ciento, por lo que no habrá segunda ronda. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) paralizó la difusión del escrutinio el domingo, tras un primer y único informe de conteo rápido, lo que generó suspicacias. Al respecto, el politólogo Juan Manuel Karg comenta en su cuenta de twitter: “Sobre Bolivia, algo que sabemos quienes cubrimos las elecciones previas: los datos rurales SIEMPRE llegaron más tarde que los de las grandes ciudades. En todas las elecciones presidenciales recientes. Antes no había sido problema porque Evo ganó aquellas por una amplísima mayoría”. Y Juan Carlos Huarachi, Secretario Ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), afirma: “La evaluación ha sido profunda, no podemos aceptar que desconozcan el voto del área rural, del campesino, del indígena, confundiendo a la población e intentando hacer ver que hubiera fraude”.
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