Los incendios empezaron en septiembre y, desde entonces, no dan tregua. Millones de animales han muerto, 27 personas también y miles han tenido que ser desplazadas de sus hogares. Los australianos culpan al cambio climático, pero de igual manera tienen en la mira a su primer ministro, Scott Morrison. Es por esto que miles de ciudadanos, en grandes ciudades como Melbourne, Sidney o Canberra se tomaron las calles en rechazo a las políticas del premier. Y la situación no da tregua. La policía de Victoria, uno de los estados afectados, dijo que no tiene efectivos suficientes. Mientras las autoridades urgieron a más de 240.000 personas a evacuar. Los fuegos han acabado con un área de más de 10.3 millones de hectáreas (en comparación, Oaxaca tiene una superficie de 9.3 milliones de hectáreas) y han emitido unas 370 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Los manifestantes dicen que su primer ministro ha brillado por su inacción y su falta de interés en detener la catástrofe. Incluso en sus discursos públicos, el gobernante se ha negado a relacionar la crisis climática con el agravamiento de los incendios. Una relación que ha sido confirmada incluso por la oficina de Meteorología Australiana. Hoy, Australia es el mayor exportador mundial de carbón y gas, y además, el grupo indio Adani quiere construir en Australia una de las mayores minas de carbón del mundo, que se espera que produzca hasta 60 millones de toneladas al año.
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