El 23 de agosto del año 1939, el Presidente Lázaro Cárdenas, concedió al poblado de San Isidro en Guadalajara Jalisco, 536 hectáreas; 256 de la Hacienda de San Isidro y 280 de la Hacienda de El Petacal. Ochenta y tres años después -este jueves catorce de julio- el gobierno mexicano les entregó la posesión de sus tierras a San Isidro, invadidas por una empresa transnacional llamada Amway-Nutilite.
Sin embargo en esta ocasión se les entregó solo una parte del total que les corresponde, a través de la SEDATU el gobierno federal hizo efectiva esta decisión. Por otra parte la empresa a fin de atrasar la entrega de las tierras sembró a escondidas y de madrugada 160 hectáreas de garbanzo, por lo que no podrán ser entregadas en este momento, sino hasta dentro de seis meses. Ejidatarios denuncian que SEDATU le regaló tiempo a la empresa. Aunque pareciera ser el fin de la lucha que el Ejido San Isidro ha sostenido durante 83 años, todavía no lo es. A más tardar el 14 de enero de 2023, la transnacional deberá desalojar y dar las tierras a sus legítimos dueños.
Por ahora celebran la alegría de recuperar parte esas hectáreas, una lucha larga y de generaciones. Habitantes de la población decidieron hacer una milpa comunitaria en las tierras recuperadas, donde sembrarán maíz nativo, frijol y calabaza criolla
«Estamos invitando a todos los ranchos. Se les hace la invitación que si tienen semilla, todo lo que se asocie con la milpa, con gusto la recibiremos y la depositaremos en nuestras tierras. Es algo muy bonito, muy simbólico porque se está invitando a toda la gente de los ranchos, desde niños y niñas, mujeres y hombres, a que hagan ese trabajo y con eso vamos a tener, como quien dice, a guardianes cuidando nuestra posesión», dijo el presidente del Comisariado Ejidal. Con información de Letra Fría
Leer nota completa: Sedatu da posesión parcial al ejido San Isidro; faltan 160 hectáreas Contexto: San Isidro, a un paso de recuperar su territorio invadido por Amway-Nutrilite; ganaron hace 29 años Boletín en: Letra Fría Foto: Vianney Martínez Pérez