El portal Animal Político publicó un reportaje de Marcela Nochebuena, en alianza con la Iniciativa Periplo de Fundación Avina, donde retrata la vida de mujeres trabajadoras del campo en el estado de Sinaloa: “Organizan, gestionan, sostienen y demuestran que los procesos de toma de conciencia e incidencia también pueden originarse en contextos precarios o vulnerables”. Aquí publicamos un extracto del mismo y en la liga de abajo podrás ir al reportaje completo.
Es sábado pasadas las 4:00 de la tarde. La anfitriona es Margarita Castro. Afuera de su casa en la sindicatura de Villa Juárez —a unos 40 minutos en auto de Culiacán, Sinaloa—, mujeres trabajadoras agrícolas se acomodan en varias filas de sillas plegables. Se alistan para ver un video sobre la vida en la montaña guerrerense que orilla a sus habitantes a migrar para trabajar en el campo, como muchas de ellas. Se alistan también para hablar sobre sus derechos.
Igual que sus invitadas, Margarita fue jornalera —esa era la denominación más común entonces— desde niña. Décadas después, se ha asentado en Villa Juárez y, en distintos niveles, incide en su comunidad. Hoy, por ejemplo, está colaborando con el Centro de Estudios en Cooperación Internacional y Gestión Pública (CECIG) y con Leonor Tereso, académica de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), para llevar estos talleres sobre derechos laborales a más mujeres.
La historia que la llevó ahí no siempre estuvo marcada por el entusiasmo y la energía que hoy la caracterizan. Ella es originaria de comunidades oaxaqueñas. Nació en Acatlán de Pérez, casi en la frontera con Veracruz. Tenía entre cinco y seis años cuando migró por primera vez al campo con sus papás y sus hermanas, nueve de familia en total, después de que uno de sus hermanos mayores se fue a Sinaloa sin permiso.
Reportaje íntegro Trabajadoras agrícolas: de padercer violencias a organizarse (animalpolitico.com) Imagen Andrea Paredes.