En medio de la efervescencia social durante el levantamiento popular del 2006 contra Ulises Ruíz Ortíz, Toledo sufrió un ataque armado a su casa: Un “gran estruendo” despertó al pintor juchiteco Francisco Toledo aproximadamente a la una y media de la madrugada del 20 de octubre de 2006. El escándalo lo hizo levantarse y salir a la calle, pero en la puerta de su casa no vio nada ni a nadie. Unos minutos antes, sujetos desconocidos hicieron nueve disparos de calibre 38 súper frente a su domicilio, sin que se registrara ningún lesionado. Toledo denunció que algunos integrantes de Patronato pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural de Oaxaca (Pro-Oax) habían sido hostigados y amenazados por teléfono en los días antes del ataque. Además, el edificio del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) fue objeto de pintas ofensivas contra Toledo, en las que se cuestiona su obra pictórica. Sin embargo, cuando entró la PFP a Oaxaca para reprimir la APPO, Toledo abrió las puertas del IAGO para un puesto de socorro para los manifestantes. Y a iniciativa de Toledo, escritores, periodistas, defensores de derechos humanos, abogados y representantes de la Iglesia católica formaron en diciembre de 2006 el Comité de Liberación 25 de Noviembre para demandar la presentación con vida y excarcelación de personas desaparecidas o detenidas y torturadas durante la represión en Oaxaca. Durante el movimiento magisterial y popular “han habido muchos crímenes” contra integrantes de la APPO, “pero los responsables no están en la cárcel, y a quienes se les agarra, después se les suelta”, señaló Francisco Toledo entonces. Y ciertamente, estos crímenes de lesa humanidad quedan en la total impunidad hasta el día de hoy.
Boletín de Código DH: Gracias Maestro Toledo, hasta siempre! Foto: Portada de La Jornada (22.10.2006).
