Un incendio que se prolongó durante horas en el Golfo de México el viernes pasado ofreció la ilustración más reciente de la necesidad de poner fin a la extracción de combustibles fósiles. El “ojo de fuego” que se extendió junto al yacimiento marítimo Ku-Maloob-Zaap es la consecuencia del extractivismo y las fórmulas de perforación en alta mar empleadas por compañías como Pemex. Greenpeace México lanzó su postura al respecto, sosteniendo que lo ocurrido en la Sonda de Campeche demostraba “los graves riesgos que implica tanto para el medio ambiente, como para la seguridad de las personas, el modelo de combustibles fósiles en México”. “Si bien Petróleos Mexicanos reportó que ya está bajo control el incidente, identificado como un ‘ojo de fuego’ en medio del mar y que afortunadamente no hubo personas lesionadas, es evidente el riesgo que las instalaciones petroleras y su escaso mantenimiento, implican para el medio ambiente y para la seguridad de las personas”, indicó la organización. La organización medioambiental Azul, de Estados Unidos, fue otra más que se pronunció ante el incendio, sentenciando que los daños “al océano y a la fauna marina serán irreversibles”. “Este es el mundo que nos están dejando”, dijo la joven activista Greta Thunberg, al reaccionar en sus redes sociales al incendio en el ducto submarino de Pemex. En estos días, también hubo otra gran explosión en la refinería de Navodari, en la costa del mar negro en Rumania.
Boletín: El incendio en Campeche, muestra los riesgos del modelo fósil: Greenpeace México. Y “Este es el mundo que nos dejan”: Greta Thunberg sobre el incendio de Pemex. Leer también: Una espesa humareda cubre la costa del mar Negro mientras arde la mayor refinería de crudo de Rumania (VIDEO). Foto del hilo de Ricardo M.A. Estrada Ramírez. Contexto: La doble tragedia de Lytton: el pueblo indígena que llegó a 50ºC queda arrasado por un incendio