“En el corazón de todas las resistencias populares late la urgencia por mantener las corrientes del agua y la palabra diversa”, afirma el colectivo Ojarasca en el editorial del número 305 de este suplemento de La Jornada.
“Entre lo mucho de la naturaleza que hoy se encuentra amenazado, incluyendo a la humanidad, elementos indispensables para nuestra vida son el agua potable y las lenguas, dos vitalidades tan diversas como iguales: agua para beber e irrigar, idiomas que determinan pensamientos y existencias específicas.
Sequías e inundaciones son producto del abuso humano: la minería, las industrias, la urbanización clasista y desenfrenada, la generación de energía, la privatización mercantil del líquido, además de su desperdicio irresponsable, van perfilando la disputa por el agua como la principal causa de conflictos sociales y guerras en el siglo XXI, que bien podría ser el último de nuestra especie si no se frenan tales abusos.
En cuanto a las lenguas, México experimenta una singular paradoja. Cultivadas como nunca con fines literarios y educativos, enfrentan un riesgo de extinción que en varias de ellas parece inminente”, reitera La Ojarasca.
Entre los artículos destaca un reportaje sobre la Primera Asamblea Nacional por el Agua y la Vida, de Eliana Acosta y Ramón Vera-Herrara, así como otro sobre Sembradores del Agua en la microrregión Xnizaa, Oaxaca, de Rocío Flores. Además, la Ojarasca cuenta en la sección “Palabra Viva” con varios poemas en lenguas indígenas, con traducción al español.
Decargar Ojarasca 305: Aguas y lenguas (pdf, 22 pág.).