La caravana de varios miles de migrantes, que partió el pasado 15 de enero de Honduras, avanza ya hacia la frontera con México. Mujeres, hombres, personas con discapacidad y niños intentan llegar a Estados Unidos, pese a las fuertes restricciones migratorias impuestas por los gobiernos de su ruta. Los migrantes aluden que huyen de la falta de empleo, la inseguridad y falta de garantías para una vida digna en su país de origen. El objetivo de la mayoría de estos migrantes es llegar a Estados Unidos, sin embargo, se enfrentan a las fuertes medidas impuestas por los Gobiernos para impedir su ingreso. El Gobierno de México manda mensajes contradictorios. Este viernes, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha ofrecido trabajo a los migrantes. “Tenemos más de 4.000 empleos disponibles ahí en la frontera sur”, ha dicho, sin precisar detalles. Antes, tanto el canciller, Marcelo Ebrard, como la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, avisaron de que no dejarán pasar a la caravana y que no darán “salvoconductos”. Sánchez Cordero incluso dijo que “México no es un país de tránsito”. Por su parte, Salva Lacruz, del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, con sede en Tapachula, dice que de momento la frontera está “tranquila” por allí, pero que según testimonios recogidos por ellos, el cruce masivo podría ocurrir este sábado. Lacruz opina que la Guardia hará lo que ha hecho en otras ocasiones. “Las estrategias de contención son clarísimas: dejan internarse a los migrantes, caminar y caminar y cuando ya están cansados, los detienes sin usar violencia”.
Ver videos: La salida masiva de hondureños en las caravanas rumbo a Estados Unidos, no se detiene (2 min.) y Cientos de mujeres hondureñas buscan el sueño americano (6 min.). Más información: La caravana migrante pone a prueba el pacto migratorio entre México y EE UU. Contexto: Solicitan medidas cautelares y respuesta a refugiados varados en Tapachula
