Jan Jarab llegó como Representante den Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a México el 13 de junio 2016 y “seis días después de mi llegada me tocó a reaccionar ante la masacre de Nochixtlán”, recuerda. El representante de la ONU recuerda en un emotivo video los acontecimientos e invervenciones de la oficina en México. “En tres años y medio, México cambió mi vida (…) Todo lo anterior fue una escuela de preparación, porque lo que viví en México fue tan intenso en lo bueno y en lo malo, que todo lo anterior se queda un poco gris”, comenta Jan Jarab. En el centro de su actuar estaban siempre las víctimas de violaciones de derechos humanos. Jarab menciona en la entrevista la liberación de la defensora y los defensores del agua de San Pedro Tlanixco, tras más que una década de encarcelamiento. En su artículo en La Jornada, Jarab reflexiona sobre “las terribles violaciones perpetradas en contra de los pueblos indígenas” y expresa la esperanza de que “pronto se abra un nuevo capítulo, un capítulo de discontinuidad radical con todas estas prácticas represivas, manipuladoras y cínicas. Esperemos que ya no se van otorgar masivamente concesiones a megaproyectos que en las pasadas décadas convirtieron una parte considerable de los territorios indígenas en territorios concesionados”. Jarab, quien se desempeñó en el puesto en México por tres años y medio, asumirá el cargo de representante en la oficina regional de ONU-DH para América del Sur.
Ver video: Jan Jarab se despide como Representante en México de la ONU DH (5 min.). Leer sus artículos de opinión: ¿Qué futuro hay para los pueblos indígenas? Y Nochixtlán, entre el fatalismo y la esperanza. Sistema Universitario Jesuita y Centro Prodh reconocen labor de Jan Jarab al frente de ONU-DH México
