El cuerpo de Homero Gómez, entusiasta defensor del bosque y la mariposa monarca, en el municipio de Ocampo, Michoacán se encontró 29 de enero, dos semanas después de que se reportó su desaparición. Gómez González, quien denunciaba la tala clandestina de bosques de pino y de oyamel, lugar a donde llegan a invernar las mariposas Monarca, fue enterrado el viernes pasado. El día después, el primero de febrero, otra muerte prendió las luces de alarma sobre la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca: Raúl Hernández Romero —guía de turistas en el ejido El Rosario y que desde el 27 de enero había sido reportado como desaparecido— también se encontró muerto con visibles huellas de violencia. Hasta ahora, la fiscalía del estado de Michoacán no ha terminado las investigaciones sobre estos decesos, pero a ejidatarios y ambientalistas les preocupa que intereses de taladores clandestinos y de aguacateros busquen controlar los bosques que forman parte de la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca, emblema de la cooperación ambiental en América del Norte. Las muertes de Gómez y Hernández recuerdan que México es considerado uno de los países más peligrosos para los defensores del medio ambiente.
Familia de defensor de mariposas fallecido denuncia peligros. Contexto: Autoridades siguen sin esclarecer la muerte del defensor Homero Gómez