Bruno Alonso Avendaño Martínez, marino activo originario de Tehuantepec Oaxaca, volvió a su casa después de 30 meses desaparecido, solo para despedirse de sus familiares que viven en la finca Santa Teresa. Su alma ya descansa en el panteón municipal tras ser hallado por autoridades de justicia de Oaxaca en una fosa clandestina el 12 de noviembre entre los límites de los municipios de Salina Cruz y Tehuantepec en el Istmo de Tehuantepec. El joven de 34 años de edad, era policía naval general de la Secretaría de Marina, llegó a casa el viernes 4 de mayo de 2018 para disfrutar su periodo vacacional y el 10 de mayo después de trabajar en el huerto de su madre, alrededor del medio día se iba con un operador de un volteo a cargar material de construcción de una cribadora en la Villa de San Blas Atempa, pero desapareció en una zona llamada “El Manguito”. Desde su desaparición, sus familiares, especialmente su hermano Lukas Avendaño, artista y performance zapoteca, lo buscó por todos los medios y en todas partes, lo hizo a través del arte, a pie y en redes sociales. Para Lukas el tener de vuelta a Bruno en su casa es una “buena noticia” en medio del dolor que significa verlo por última vez. Ahora lo que sigue es la exigencia de justicia y que las autoridades esclarezcan su homicidio y desaparición forzada como un acto de lesa humanidad.
Después de 30 meses encuentran sin vida a Bruno Avendaño, marino desaparecido en Tehuantepec Oaxaca. Contexto: “La justicia se aleja”: Oaxaca no aplica su ley en materia de desaparición de personas y Buscar a los desaparecidos no es prioridad para el gobierno: familiares de Bruno Avendaño
