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La Minuta

En pobreza la mitad de infantes y adolescentes en México

En México existen 40 millones de niñas, niños y adolescentes en México, representan, en promedio, 30 % de la población total y la mitad vive en condiciones de pobreza, destaca la académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), Carmen Gabriela Ruiz Serrano.

La desigualdad económica, las condiciones de clase y raza provocan que nueve de cada 10 infantes y adolescentes que hablan una lengua indígena se encuentren en condición de pobreza y no logran satisfacer, a cabalidad, sus derechos, resalta en entrevista a propósito del Día las infancias en México. Además la investigadora explicó que esta realidad se expresa en diferente problemáticas: las violencias estructurales en las que pobreza, desigualdad y falta de oportunidades tienen un papel fundamental; y además, aquellas que se experimentan en el ámbito doméstico en forma de abusos sexual, psicológico, y omisión de cuidados.

Destacó que, con base a estudios realizados, “sabemos que antes de la sindemia había alrededor de 30,000 niñas y niños en riesgo de reclutamiento por el crimen organizado; luego de la pandemia la cifra pasó a 150,000, aproximadamente. Además de un incremento de 150 % en el abuso sexual hacia estas poblaciones y la producción de pornografía infantil en redes sociales”. En ese sentido Ruiz Serrano dijo que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia estima que siete de cada 10 infantes han sufrido algún tipo de abuso corporal dentro de sus hogares, “con una encarnada cultura adultocentrista, en la que seguimos viéndolos como seres inacabados a la espera de la vida adulta”.

Si bien hay avances en términos jurídicos para su protección, son recientes, pues se implementaron a partir de la Convención de los Derechos del Niño de 1989. Aunque es un progreso que en México se cuente con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, de diciembre de 2014, aún no se materializan esas prerrogativas en acciones concretas y escenarios de cuidado.

La investigadora señaló que aún falta por hacer para generar condiciones adecuadas para este sector de la población y reconocer a sus integrantes como actores sociales, políticos y productores de cultura, por lo que los cuidados hacia ellos es una responsabilidad social, y el llamado interés superior de la niñez donde cualquier controversia deba poner al centro de sus necesidades.

“Se requiere pensar a partir de una perspectiva comunitaria, y entender que somos responsables de su cuidado, razón por la cual beneficiaría contar con esa red de apoyo para respaldar, por ejemplo, a esa madre de familia que vive estresada, debe trasladarse por horas para llegar a su trabajo y experimenta vínculos de violencia de género”, concluyó.

Gaceta UNAM En pobreza, la mitad de infantes y adolescentes  |

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