Este 28 de marzo, la comunidad Ñuu Savi de San Cristóbal Amoltepec fue sede del Encuentro de Mujeres Defensoras de la Vida, realizado en el marco del 8 de Marzo, Día internacional de las Mujeres, con la participación de mujeres defensoras, sanadoras y autoridades municipales de las comunidades de Lachatao, Calpulalpam de Méndez, San Dionisio Ocotepec, Mogote Colorado Santiago Ayuquilla, Huajuapam, Santiago Nundiche y de las comunidades de San Cristóbal Amoltepec. También dentro del Encuentro estuvieron presentes alumnas y alumnos de la Preparatoria Comunitaria “Lázaro Cárdenas” y la Telesecundaria de San Cristóbal Amoltepec,
El municipio enclavado entre grandes montañas y bosques, mismos que recuerdan a la guardiana mixteca, Irma Galindo Barrios, recibieron a defensoras originarias de distintas regiones del estado de Oaxaca, en el desayuno de bienvenida que las mujeres de la comunidad ofrecieron, no solo se compartían los alimentos que cada una traía desde sus territorios, si no también las problemáticas de sus comunidades, las preocupaciones y las soluciones que algunas de ellas habían encontrado desde sus experiencias.
El evento fue impulsado por la autoridad municipal, conformada actualmente por una Presidenta y Regidoras, junto a la organización EDUCA y ENLACE A.C. quienes llevaron la convocatoria del encuentro también a las escuelas del municipio, cerca de las diez de la mañana, en la explanada de la comunidad poco a poco se iban acercando las niñeces y adolescencias de la primaria, secundaria y preparatoria respectivamente.
Con una florida ofrenda hecho por las mujeres convocadas dió inicio el encuentro, Leticia Sosa, Regidora de Ecología del municipio y Ariela Ramirez Ruiz, medica tradicional y actual Regidora de Obras de Capulalpam de Mendez guiaron el ritual de apertura, intencionado el día y agradeciendo la presencia de todas las mujeres, sus aportes en sus comunidades y sus conocimientos sobre las plantas medicinales. Este último elemento, como uno de los principales ejes del encuentro.
“Este es una ofrenda especialmente para que nosotros sepamos cuidar, clorar, cultivar nuestras plantas que como para nosotros son sagradas” dijo Ariela Méndez.
Posteriormente en el panel de experiencias, la misionera Mercedes durante su intervención nos recordó el vínculo importante que tenemos que seguir cuidando y fortaleciendo con los elementos naturales que nos acompañan en nuestras vidas y que están presentes en nuestros pueblos, los valores y principios de las comunidades que han permitido en muchos casos mantener las armonio y paz en los territorios.
Parte importante y trascendental del encuentro fue el diálogo e intercambio de conocimientos y recetas sobre medicina tradicional, donde las más de 30 mujeres defensoras, entre ellas algunas jóvenes de las comunidad, compartieron alguna planta medicinal que crece en sus pueblos y de qué manera les ha servido para su autocuidado y salud, plantas que en otros territorios no conocían o se utilizan de distinta forma.
Leticia Sosa reflexionó como en su lengua Ñuu Savi el cuerpo se dice y entiende como el mismo territorio “Ñu’u nde” (nuestro cuerpo-territorio) y por ello considera fundamental el conocimiento de las plantas para procurar el autocuidado y defender así no solo el territorio como espacio geográfico sino también del mismo cuerpo “cuidarnos colectivamente” era el mensaje puntual que nos compartían.
Durante el cierre Ana Garcia Arreola, integrante de EDUCA, compartió que parte del autocuidado también es fundamental hacer red y colectivizar las estrategias y los apoyos entre mujeres que participan en la vida política de las comunidades:
“Hagamos ese reloj que se hace a veces en el trabajo de grupo con mujeres, ¿De cuántas horas le dedicas a cocinar? ¿Cuántas horas le dedicas a cuidar a otras personas? A los hijos, pero también a familiares enfermos?… como mujeres, entonces, ¿cómo hacemos de esta situación que vamos a ir tratando de cambiar? Pero sobre todo apoyarnos en estos espacios de servicios. De cómo una presidenta, una regidora, una encargada de la Instancia de la Mujer, puedan hacer equipo, independientemente de si me cae bien o mal. Porque esta relación entre nosotras también es autocuidado” finaliza Garcia Arreola.