Gobiernos locales y nacionales, junto con las corporaciones están impulsando la demanda de agua, tierra, combustibles fósiles, materias primas y recursos orgánicos de todo tipo, como nunca antes. Ecosistemas previamente intactos están siendo sacrificados para satisfacer esta hambre de recursos. Miles de personas están perdiendo sus medios de vida como consecuencia. Pero los ciudadanos, la sociedad civil organizada y las comunidades afectadas en todo el mundo están rechazando estos desarrollos. Luchan por sus derechos y trabajan para preservar sus medios de vida. Sin embargo, sus protestas son enfrentadas cada vez más frecuentemente con la represión, el acoso, y la difamación. En un estudio, publicado a inicios de 2019, la Fundación Heinrich Böll y el Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos quieren mostrar los diversos mecanismos de expropiación y socavamiento del trabajo de derechos humanos. Para hacerlo, los autores Carolijn Terwindt y Christian Schliemann viajaron a India, Sudáfrica, México y Filipinas para estudiar proyectos y hablar con activistas y organizaciones de la sociedad civil. Este informe revela cómo la secuencia y los tipos de presiones sobre la sociedad civil “tienden a seguir la lógica de la explotación de los recursos naturales y a menudo se pueden rastrear hasta etapas específicas de un proyecto. Las consultas suelen producir divisiones comunitarias. La estigmatización y la criminalización se intensifican cuando la sociedad civil impugna el comienzo de la exploración de recursos o los esfuerzos de explotación a través de protestas públicas. Los asesinatos en realidad son solo la punta del iceberg, y el apoyo para los miembros de la comunidad, sus organizaciones y las ONGs debería aparecer mucho antes de que sufran acoso físico”, afirman.
Descargar estudio: Una situación complicada: el espacio de la sociedad civil en las luchas por los recursos naturales (pdf, 170 pág.). Contexto: Dia Mundial de Medio Ambiente, nada que festejar: la crisis global se acelera
