Skip to main content
La Minuta

Una “pedagogía de la felicidad”, propone maestro tsotsil como alternativa al modelo educativo

Su destino, afirma Bartolomé Vázquez López, no era ser profesor. Más que vocación, asegura, descubrió el gusto por ayudar a los niños a conocer el mundo a través de las nubes, el río, las plantas y la tierra.

Su determinación por formar a las infancias indígenas de su comunidad desde una visión que respetara su niñez, su libertad y su inteligencia, lo llevó a crear una escuela sin candados ni barrotes, donde los alumnos aprenden con el juego, construyen su conocimiento en contacto con la naturaleza, y donde su voz se escucha y se toma en cuenta. Es lo que muchos especialistas han llamado una pedagogía de la felicidad.

Su historia, narrada en el documental El sembrador: educación y esperanza. Un relato de vida, dirigido y producido por Melissa Elizondo Moreno, muestra su trabajo de maestro en la escuela primaria multigrado bilingüe Mariano Escobedo en la comunidad de Monte de los Olivos, en el municipio de Venustiano Carranza, Chiapas.

En entrevista con La Jornada, afirma que como indígena tsotsil e hijo de campesinos, comenzó a batallar la vida desde muy niño. En su comunidad, en el municipio de Venustiano Carranza, Chiapas, no se podía cursar más que hasta cuarto de primaria. Concluir ese nivel educativo requirió de un gran esfuerzo.

Y después “vino el primer susto. Le tuve que llorar a mi padre para que me dejara seguir estudiando y cursar la secundaria. Pedimos favores para que pudiera ir a cursar la secundaria a la cabecera municipal”.

Concluido ese nivel educativo, enfrentó otro susto: resolver cómo podría continuar con su bachillerato, lo que finalmente logró.

“Cuando egresé como técnico veterinario, ya nadie nos daba empleo, todos querían doctores en veterinaria, así que, al hablar una lengua indígena, el maya tzotzil, se me abrió una puerta: ser maestro de educación indígena, aunque la gente te decía: ‘pues, aunque sea de maestro’, y ese, aunque sea de maestro, se convirtieron en 37 años de servicio”, apunta.

No soy, admite, “ni investigador ni especialista. Sólo observo cómo se mueven las emociones de los niños, y buscó que puedan disfrutar a cada momento, pero todo es un proceso. Incluso las cosas malas también te enseñan, y con el paso del tiempo, eso que aprendiste, aunque no fue grato, también te va a hacer feliz.

Siempre supe que tenía que entender al niño, porque cuántas veces somos niños. Si uno pasa esa etapa y no llena el espacio de la travesura, de su exploración del mundo, te es más difícil crecer, porque no hay un niño que sea feliz sentado solamente; por naturaleza, por su energía, por querer descubrir el mundo, cometen muchos errores, y uno como adulto debe comprender eso”, explica.

Laura Poy Solano La Jornada: Maestro tsotsil habla sobre una pedagogía de la felicidad | “El sembrador”, historia de un maestro en Chiapas, se estrena en el Festival Internacional de Cine de Morelia | Chiapasparalelo | Notas relacionadas Chiapas: Medio millón de estudiantes sin tecnología para clases a distancia; maestros preparan actividades semipresenciales – EDUCA | CMPIO cumple 50 años de lucha por una educación digna y comprometida con los pueblos originarios – EDUCA | ISIA: 17 años de luchar por una educación propia desde las montañas de Oaxaca – EDUCA | Fotografía Jair Cabrera Torres

 

Loading