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La Minuta

Marina, un eslabón oculto en el montaje de la ‘verdad histórica’ de Ayotzinapa

En una investigación periodística de César Martínez para Quinto Elemento Lab y A dónde van los desaparecidos se revela que “en las instalaciones de la Unidad de Operaciones Especiales de la Semar en la CDMX fueron torturados al menos cuatro sospechosos de participar en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Entre esas víctimas estuvieron los hermanos Miguel Ángel y Osvaldo Ríos Sánchez”. Aquí presentamos un extracto del reportaje.

Era octubre de 2014. Iban en aumento las protestas por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Al Gobierno federal, que había esperado una semana para atraer la investigación de lo ocurrido con los estudiantes la noche del 26 de septiembre, le urgía dar una respuesta. Fue entonces que la Procuraduría General de la República (PGR) envió peritos a seis fosas clandestinas localizadas por la Procuraduría estatal en Pueblo Viejo, a las afueras de Iguala, Guerrero, de las que recuperaron 28 cuerpos.

Extraoficialmente corrió la versión de que en ese lugar habían sido enterrados los jóvenes. Fue el primer intento de cerrar el caso, con declaraciones obtenidas bajo tortura en las que participó personal de la Secretaría de Marina (Semar), cuya implicación ha pasado casi desapercibida en la construcción de la “verdad histórica”, según han documentado A dónde van los desaparecidos y Quinto Elemento Lab.

Aquel jueves 9 de octubre, el procurador general Jesús Murillo Karam anunció en conferencia de prensa cuatro nuevas capturas, que se sumaron a los 30 detenidos que llevaban hasta entonces: “La relevancia […] radica en que nos llevaron a un lugar donde encontramos [otras] cuatro fosas donde, a decir de estos detenidos, fueron allí también depositados los restos de estudiantes asesinados”, dijo Murillo Karam. Con el paso del tiempo esa declaración sería desmentida.

Las capturas se realizaron hace exactamente 10 años, el 8 de octubre de 2014. Entre los detenidos estaban los hermanos igualtecos Osvaldo y Miguel Ángel Ríos Sánchez, entonces de 31 y 26 años, quienes según informes de seguridad y videos a los que se tuvo acceso para este reportaje, fueron torturados en las instalaciones de la Unidad de Operaciones Especiales (Unopes) de la Marina, en Coapa, al sur de la Ciudad de México. En la tortura participaron personal naval y agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), así como de la PGR. Aunque al inicio los hermanos negaron estar involucrados en la desaparición de los normalistas, después de ser golpeados, sufrir descargas eléctricas y tormento psicológico, declararon que los estudiantes habían sido llevados a Pueblo Viejo, a una zona conocida como La Parota. Y justo en ese sitio se hallaron más fosas. Reportaje completo en el primer link.

César Martínez/ A dónde van los desaparecidos y Quinto Elemento Lab Marina, un eslabón oculto en el montaje de la ‘verdad histórica’ | La Minuta Marcha Nacional a 10 años de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa – EDUCA | Ayotzinapa: el acompañamiento de la iglesia en la lucha social, la espiritualidad un faro de esperanza – EDUCA | Fotografía Especial

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