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La Minuta

San Juan Evangelista Analco conserva su bosque y frena la migración

San Juan Evangelista Analco decidió seguir el ejemplo de sus vecinos de la Sierra Norte en Oaxaca y tener una relación diferente con su bosque. En pocos años han logrado aprovechar en forma sustentable sus recursos forestales y crear empleos. Hace una década, los hermanos Benjamín y Uriel Pérez Reyes regresaron a su tierra: San Juan Evangelista Analco, una pequeña comunidad indígena de Oaxaca en donde las montañas y bosques dominan el paisaje, un lugar muy diferente a Las Vegas, Estados Unidos, donde vivieron como migrantes. “Aquí no hay tantas comodidades pero se vive sin preocupación. Si no tienes trabajo, el monte te da de comer, hay tranquilidad”, cuenta Benjamín, de 30 años, mientras observa el área de aprovechamiento forestal que forma parte del territorio de San Juan Evangelista Analco, población zapoteca, ubicada en la Sierra Norte de Oaxaca, al sur de México. Los hermanos Pérez Reyes rondaban los 20 años cuando dejaron Estados Unidos; sus padres se quedaron sin trabajo ante la recesión económica que se vivió en aquel país. Cuando regresaron a la tierra donde nacieron, encontraron que el bosque era una opción de vida para ellos, pero también para la comunidad.

Leer el reportaje de Rocío Flores: México: comunidad zapoteca conserva un bosque y frena la migración. Otros reportajes sobre comunidades forestales: México: comunidades forestales piden un salvavidas al Estado para no ahogarse con la crisis del COVID-19 y Caborachi: una empresa forestal rarámuri de vanguardia

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