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La Minuta

El hilo que los une con la eternidad. Crónica de Todos Santos en San Mateo del Mar

By 4 noviembre, 2019 Sin Comentarios Etiquetas: , ,

El primero de noviembre a las doce del día, el sístole-diástole de la campana anuncia la fiesta de los difuntos, repica todo el día y toda la noche, hasta el siguiente día cuando sea la hora de ir a misa. Por la tarde, el mercado, que hervía de gente vendiendo y comprando, ahora entra en una calma sosegada y solo algunas cuantas personas deambulan entre los puestos. El dos de noviembre el norte ha calmado un poco, la mañana está fresca y la gente se prepara para ir a misa y luego a visitar el panteón. El panteón de San Mateo del Mar es uno de los lugares más afectados por el terremoto de septiembre de 2017 y uno de los que menos atención se ha dado, a falta de una autoridad que atienda desde el palacio de la cabecera municipal. Por la costumbre, el panteón estaba dispuesto de tal manera que las mujeres eran enterradas en el lado sur y los hombres en el lado norte, “el sur es de las mujeres y el norte es de los hombres, en el panteón hay una calle, del lado del sur se entierran las mujeres y del lado del norte se entierran los hombres”. Para el dos de noviembre por la tarde, el viento del norte da tregua y permite elevar nuevamente los papalotes que llevan sobre sus caudas los espíritus que regresan al más allá. Así, concluyen estos días en que la comunidad, a partir de este ritual místico, conserva y sigue alimentando los rituales que las y los Ikoots tienen muy presente y que son el hilo que les une con la eternidad.

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