Mónica tenía 12 años cuando tuvo que dejar su hogar. Fue víctima de abuso sexual por parte de su padrastro, un pastor de la iglesia cristiana Una mirada desde el Cielo, a quien denunció desde el 9 de abril del 2018. Hasta la fecha no hay sentencia contra su agresor.
Cuatro años después de haber interpuesto la denuncia ante las autoridades correspondientes, este jueves se realizará una audiencia en la que el presunto responsable, Gregorio “N”, un pastor evangélico de San Francisco Tutla, en los Valles Centrales, podría ser hallado culpable.
“Para mí ha sido difícil. Me hace falta mi mamá. Ya quisiera que se acabara esto, estoy cansada, siento tristeza y enojo”, dice Mónica, ahora con 16 años de edad y a punto de enfrentar este jueves 9 de junio, la audiencia de debate.
Mónica optó por mudarse a la casa de su abuela, debido a que el agresor enfrentó su proceso en libertad porque pagó una fianza de seis mil pesos, a pesar de que el artículo 241 del Código Penal de Oaxaca estipula que por delito de abuso sexual existe una pena de dos a cinco años de prisión y una multa de 50 a 200 días de salario mínimo, informa Oaxaca Media.
Tilemy Santiago, académico especialista en Antropología Social y Criminalística y acompañante en el caso, considera que desde el inicio del proceso en 2018, Mónica sufrió violencia institucional. El juicio se realiza en el momento en que el líder de la iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, fue condenado a 16 años y 8 meses de prisión en Estados Unidos, tras declararse culpable de abusar sexualmente a tres menores de edad, y otras víctimas de Joaquín García esperan la actuación de la justicia mexicana.
Piden castigo para pastor evangélico por abuso sexual contra niña de 12 años y Piden en Oaxaca tratar con perspectiva de género caso de pastor evangélico que abusó de una niña. Ver también: ¡Ni madres que esto se acaba! (…) esperen lo de México: Sochil Martín, víctima de Nassón Joaquín García. Foto: Cómo identificar a un pederasta en el entorno de tus hijos y protegerlos del abuso sexual. Contexto: El manto de impunidad de los pederastas de los Legionarios de Cristo era el dinero.
