El pasado fin de semana el obispo emérito de Saltillo, fray Raúl Vera López, visitó La Laguna para acompañar a los campesinos que mantienen un campamento contra la planta Chemours Laguna, en Gómez Palacio, Durango. La obra está suspendida provisionalmente desde que se hizo público que en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) la compañía borró del mapa a 19 comunidades ejidales. Son justo los habitantes de esos poblados quienes integran el frente que se opone a la compañía estadounidense. Perder la lucha significaría coexistir junto a una fábrica que producirá 65 mil toneladas de cianuro de sodio al año, compuesto tóxico utilizado en la minería a cielo abierto con consecuencias fatales para el medio ambiente. Bernardino Ochoa, vocero del Frente Unido de Pueblos de La Laguna en Defensa de la Vida y el Territorio, informó que el pasado miércoles los visitó también una representante de la Secretaría de Gobernación (Segob), que venía de continuar con la obra. Bernardino Ochoa reiteró que la defensa es por la vida de los habitantes, por la tierra y el agua. En su saludo a los pobladores, obispo emérito Vera López mencionó que en breve podría retomarse el juicio que quedó suspendido por la pandemia, pues el Tribunal de Justicia Administrativo modificó la agenda para que se pueda atender el caso de forma extraordinaria, favoreciendo a la empresa. Enfantizó en la responsabilidad de la federación en el caso y advirtió que “si van adelante (con el proyecto), la 4T no sirve para nada”.
Leer todo el reportaje de Lilia Ovalle: Si Chemours sigue adelante, la 4T no sirve para nada: Raúl Vera López. Foto: Plaza Pública. Contexto: Rechaza tribunal fábrica de cianuro de Chemours en Durango
