Golpe en Bolivia era una guerra contra el pueblo, superar el racismo es el reto: MAS (Videos)

“Esperamos ser recordados como el gobierno en el que el pueblo boliviano se levantó para recuperar la democracia, la dignidad, la paz, el crecimiento y la justicia social”, afirmó el nuevo presidente Luis Arce ayer en su discurso desde el recinto de la Asamblea Legislativa en La Paz. A su lado en la toma de posesión estaba el vicepresidente David Choquehuanca y los presidentes de las cámaras de senadores y diputados. A esa hora el centro de La Paz era una celebración en la cual movimientos sociales, indígenas, mineros, sindicales, militantes del Movimiento al Socialismo (MAS), venidos de diferentes partes del país rodeaban la Plaza Murillo. El festejo había comenzado la noche anterior, en la vigilia de las organizaciones realizada en las cercanías de donde tendría lugar el acto. La presencia temprana de los movimientos se debió a la permanencia de las amenazas de un sector de la derecha hasta las últimas horas. El escenario político fue uno de los puntos centrales del discurso del nuevo presidente. Se refirió a lo sucedido a partir del golpe de Estado como “una guerra interna y sistemática contra el pueblo, especialmente contra los más humildes (…) se sembró muerte, miedo y discriminación, recrudeció el racismo, la persecución contra dirigentes del MAS y de los movimientos sociales, hubo muertos, heridos, encarcelados, perseguidos, asilados y exiliados”. La mención a las masacres de Sacaba y Senkata, cometidas a pocos días del golpe en noviembre del año pasado, fue permanente y se guardó un minuto de silencio por quienes fueron asesinados.