Durante la madrugada del sábado 9 al domingo 10 de noviembre, uno de los dos observadores argentinos invitados a participar de la Auditoría de la Organización de los Estados Americanos en Bolivia recibió un llamado. Desde la OEA le adelantaron que iban a difundir los resultados preliminares del informe originalmente previsto para el martes 12. El argentino, Gerónimo Ustarroz, no estaba de acuerdo con la decisión ni con la metodología de chequeo de datos implementada por el organismo para evaluar el escrutinio del proceso electoral. Y lo dijo. Esta semana el jefe de la OEA, Luis Almagro, acusó de espías a Ustarroz y al otro argentino enviado a la observación, Santiago Eguren. Ambos habían sido invitados oficialmente por la OEA a Bolivia. La OEA no entregó el informe definitivo sobre las elecciones en Bolivia celebradas el pasado 20 de octubre. Sólo difundió una versión preliminar. ¿Por qué aún no lo hizo? La misión estuvo integrada por un equipo de 36 especialistas y auditores de 18 nacionalidades, entre ellos: abogados electorales, estadísticos, peritos informáticos, especialistas en documentos, en caligrafía, en cadena de custodia y en organización electoral, según el propio organismo. Ahora, con los muertos, los tanques cazando opositores y una Presidenta de facto que habla de revolución, Evo Morales exige lo que se hace en cualquier investigación penal: volver a la escena del crimen.
Leer el artículo completo de Alejandra Dandan: Todos los caminos llevan a Almagro. Carta: Celag solicita a la OEA que haga pública la totalidad de su informe preliminar sobre las elecciones de Bolivia y anuncie una fecha para la publicación de la auditoría definitiva. Más información: ¿Quiénes son los responsables del golpe en Bolivia? Y Los indios gobernaron mejor que los de Harvard: Evo Morales. Artículo de opinión: Jeanine Añez, ¿por qué odia a los indígenas?, por Ollantay Itzamná
